Descripción
La luz de un Sol madrugador se recrea en el barrio, avivando los colores de las flores que adornan el balcón de la vivienda a la que me dirijo. Camino pausadamente por la calle que me arropa, cuando el reloj marca las diez. Alcanzo el portal, al abrir observo el tiro de escaleras frente a mí . Con decisión y curiosidad asciendo hasta la segunda altura. Carece de ascensor pero la posibilidad existe, tal vez para un futuro no muy lejano. Supero este hándicap rápidamente cuando me sitúo en la puerta de la vivienda que hoy me permiten descubrir. La idea de habitar un piso por planta me resulta agradable, apenas existen ya edificios con esta deliciosa peculiaridad. El umbral de este hogar me trasmite sencillez, bienestar y la cálida luz que me recibe, consigue transmitirme armonía. Un interior entre dos mundos. Lo ya conseguido: espacios dilatados en los que la comodidad del presente es una prioridad. Y por otra parte, lo que todavía se podría hacer, rediseñar, transformar. Ciento treinta y un metros cuadrados para reinventar un hábitat propio se convierten, sin duda alguna, en una opción más que apetecible. Situado de forma inmejorable, a dos minutos del colegio Mariano, este lugar resalta por su idoneidad si anhelas conjugar una vida familiar y urbanita, una realidad en la que el tiempo para un@ mism@ resulta un valor incalculable en la ecuación del día a día. En resumen, pragmatismo, serenidad , espacio... Pragmatismo por su ubicación; serenidad por el silencio que lo abarca y espacio suficiente para concebir momentos de soledad e introspección.